Paciencia… una de mis más grandes debilidades.
Algunas personas por el entorno en el que crecimos, tenemos una vida acelerada. Vivimos constantemente con presión o estrés en el trabajo o, peor aún, hasta en el mismo hogar. Sin embargo, hay temas que obligatoriamente precisan tomarse su tiempo.
Khalil Gibran escribió: "La tortuga puede hablar más del camino que la liebre". Hoy, ir con prisa es tan común que hasta se la reconoce como una virtud. Es tiempo de cuestionarnos. Por mucho tiempo he tomado las cosas de forma muy acelerada. Me he visto exigiendo por demás a mi mente y cuerpo, perdiendo el disfrute del camino, perdiendo el presente, perdiendo el objetivo…
Pues bien, es cierto que a veces tienen que pasar cosas “fuertes” en la vida para que reaccionemos y veamos los mensajes que nos da la divinidad. Ella se manifiesta de mil maneras hasta que por fin nos animamos a escucharla:
“¡HAZTE CARGO DE TI MISMA, HAZ LAS PASES CONTIGO!” es el mensaje que he tratado de ignorar por mucho tiempo, pero que últimamente no lo he podido hacer más.
He aprendido que este proceso de sanación interna es un proceso lento y complicado. Pero también me he dado cuenta que es importante y satisfactorio construir un lugar seguro dentro de ti. No siempre lo logro y me vuelvo a tropezar con mi propia impaciencia. Me invade el sentimiento de que debo hacerlo más rápido. Mi mente me lo exige, pero hay algo que quiero que entienda: No es que elevando la intensidad del fuego este proceso se “cocinará” más rápido, es más, hasta podría quemarse y arruinar el producto.
De a poco, voy entendiendo que el proceso de sanación es así, paso a paso, viviendo el camino, siendo consciente de cosas que haces, que te pasan y te toca experimentar los cambios que una y otra vez llegan. También me ayuda en el proceso cultivar dos valores: la autocompasión y la humildad. Humildad al reconocer las cosas que no puedo hacer o que todavía no puedo hacer y la autocompasión que me ayuda a ser mi propia amiga en el proceso y tenerme la mayor paciencia posible. Tratarme bonito, hablarme bonito, tal cual lo hacemos con las personas que más queremos.
No sé mucho de cocina, pero creo que todos hemos escuchado alguna vez el término "a fuego lento", pues quizás en este momento eso es lo que mi Ser me está pidiendo. Hay muchos procesos que se desenvuelven y terminan rápido, pero el proceso de sanación puede tomar su tiempo. En mi caso, me pide paciencia. ¿Y sabes?, le hallo sentido. A veces para que las cosas se “cocinen”/asimilen por fuera y también adentro, es preciso cocinar a fuego lento.
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